Los primeros meses del año en materia económica han sido turbulentos. Los aranceles dictados por Donald Trump, la inestabilidad de los mercados globales y los riesgos de recesión han llenado los titulares de los medios especializados.
Sin embargo, hay un detalle que parece sorprendente a los ojos de los analistas internacionales: el peso mexicano se muestra fuerte y, a pesar de las presiones externas, mantiene una estabilidad relativa.
“A pesar de la contundente situación económica internacional, la moneda nacional mostró una tendencia sostenida de fortalecimiento, impulsada por flujos de capital a mercados emergentes, fundamentos macroeconómicos sólidos y relativa estabilidad frente a las turbulencias internacionales.Noticias Relacionadas
“Este movimiento en el tipo de cambio no solo tiene implicaciones en el comercio exterior o en las políticas monetarias. También impacta de manera directa en un área estratégica para cualquier organización: la valuación de empresas”, señala Jorge de la Rosa, socio director de Grupo Consultor EFE, en entrevista exclusiva para El Heraldo de México.
Fortaleza interna y externa
De acuerdo con el experto, hay muchas razones detrás del comportamiento del peso ante las turbulencias que le han restado poder a otras monedas más establecidas, como lo sería el propio dólar.
“En primer lugar, la economía de México ha mostrado señales de estabilidad, con finanzas públicas ordenadas y un nivel de deuda manejable. Además, muchos inversionistas internacionales han decidido invertir en México, buscando alternativas más seguras ante los cambios e incertidumbres que afectan a otras economías.
“También ha influido el panorama global. Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China han generado dudas en los mercados financieros, y eso ha llevado a muchos inversionistas a diversificar su dinero hacia monedas como el peso mexicano”, explica.
El comportamiento interno de la política económica de Estados Unidos es, en buena medida, la responsable de la apreciación de la moneda nacional, convirtiéndola en un buen vehículo de inversión.
Un arma de doble filo
El experto señala que, si bien contar con una moneda fuerte ofrece certeza a los inversionistas, también puede representar un riesgo, sobre todo para aquellas empresas que negocian en dólares.
“La apreciación del peso representa tanto oportunidades como riesgos para las compañías mexicanas. Entre los aspectos positivos, destaca la disminución del costo de deuda en dólares, lo cual mejora los indicadores de apalancamiento financiero y puede elevar el valor económico de algunas organizaciones.
“Sin embargo, las empresas exportadoras o aquellas que dependen en gran medida de ingresos en divisas podrían enfrentar presiones en sus márgenes de rentabilidad. Una caída en los ingresos proyectados afectaría directamente su valuación, especialmente bajo metodologías basadas en flujos de efectivo descontados”, añade.
Realizar valuaciones constantes, las cuales podrían alertar sobre una pérdida de valor sustancial en las empresas, es una de las claves para comprobar la salud financiera de las empresas.