Capital Press Capital Press

“Consume pantallas con moderación”. ¿Se puede comparar el alcohol con el uso del móvil? | Tecnología

5 min


0


Los problemas reales provocados por el uso de móviles en adolescentes siguen siendo un gran misterio para la ciencia hoy. El debate entre académicos sobre los beneficios posibles y los daños exagerados no tiene un ganador definitivo. Mientras, los jóvenes siguen usando los dispositivos tanto como pueden. Dos investigadores proponen en un nuevo artículo científico una solución de mínimos, pero polémica: tomar los baremos del consumo de alcohol para definir cuándo empezar a ver si hay un problema. “Para la mayoría de las sustancias adictivas, como tabaco o drogas, siempre hablamos de abstinencia total, pero eso no podemos ni debemos hacerlo con las pantallas”, dice el profesor de la Universidad de Washington en Seattle y coautor del artículo Dimitri A. Christakis. “El alcohol es una sustancia que, si se consume, tiene que hacerse con mucha conciencia. Las pantallas son esenciales y pueden mejorar nuestra vida, pero también necesitamos usarlas con moderación”, añade.Los autores no creen que la comparación con el alcohol sea problemática ni apunte en una dirección equivocada: “Es una analogía muy acertada. Hay que ver las pantallas como una sustancia adictiva, y no haber transmitido esto ha hecho que muchos niños desarrollen hábitos problemáticos”, dice Christakis.Más informaciónEl objetivo de esta comparación es medir estrictamente el tiempo de uso de pantallas, no el tipo de consumo. “El mundo de la investigación ha admitido que el tiempo de uso de pantallas en dispositivos no basta para definir la experiencia como saludable, dañina o inofensiva. Aunque creemos que el contenido importa tanto —o quizá más— que el tiempo empleado en consumir información digital, este tiene algún coste porque desplaza tiempo empleado en el mundo real”, dicen los autores en su artículo.Los investigadores ofrecen una tabla creada para el alcohol por el estadounidense Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo, que ofrece varios baremos adaptados a horas de consumo de información en dispositivos: moderado (menos de 5 horas al día), uso de alta intensidad (12 horas en un día), uso excesivo (9 horas o más al día o 60 horas semanales), consumo en atracón (más de 4 horas seguidas), uso indebido (además de muchas horas incluiría contenido o momentos del día inapropiados) o trastorno por uso (incapacidad de parar). “Quiero replantear el debate para que entendamos que sí existen patrones de uso problemático”, dice Christakis. “Algunos académicos discuten si realmente existe o no, pero la verdad es simple: pasar nueve horas o más al día frente a una pantalla es excesivo. Todos lo sabemos”, añade.No todo es el tiempoEn realidad no todos lo ven igual. Otros investigadores ven este recurso al alcohol como simplista o arriesgado: “El consumo de alcohol en adolescentes es en principio siempre nocivo, el tiempo de internet tiene en cambio muchos más matices”, dice Maialen Garmendia, coordinadora del grupo EU Kids Online en España. “Comparar el consumo de alcohol con el tiempo de pantalla en niños no es adecuado”, añade David Smahel, profesor de la Universidad Masaryk (Brno, República Checa). “Si no sabemos cómo se está usando el móvil, no podemos evaluar bien su impacto. El tiempo online no suele ser un criterio para diagnosticar adicción a internet o uso compulsivo. Se usan otros criterios, como el impacto que tiene: si genera conflictos con amigos o familia, cambios de humor o recaídas”, añade Smahel.El mundo académico dedicado a la investigación de pantallas y adolescentes ha entrado en un nuevo nivel de urgencia en los últimos meses. Dos investigadores propusieron acelerar los experimentos en Nature hace unas semanas y ahora otros académicos quieren tratar de levantar otras señales de alerta: “La necesidad urgente de avanzar en esta clasificación no puede subestimarse. Mientras los académicos dudan, vacilan y debaten entre ellos, más de 6 millones de adolescentes en EE UU ya muestran lo que provisionalmente llamamos uso excesivo de dispositivos; y un porcentaje considerable de ellos probablemente padece un trastorno por ello”, dice el artículo.Esta urgencia para poner etiquetas a partir del consumo de alcohol puede tener también efectos contraproducentes, según Verónica Donoso, investigadora asociada en la Universidad Católica de Lovaina y consultora: “Es reducir el problema y tratar de ofrecer una solución única para todos los niños, de todas las edades y contextos. No se puede reducir a una tipología que cumpla todo eso. Reducir el problema a un marco donde te diga que más cantidad o menos es problemático no me parece realista”, explica. “¿Solo usar el móvil durante mucho tiempo es tener un problema? No necesariamente. Sin entender el contexto, es muy difícil entender si algo es nocivo”, añade Donoso.“Me preocupa comparar el uso inapropiado de internet con las sustancias peligrosas”, explica Gemma Martínez, investigadora de la Universidad del País Vasco y del grupo EU Kids Online. “Estamos empeñados en ofrecer una escala que nos aporte la causalidad de riesgo o daño basado en el tiempo de pantalla. No se puede. Hay que tener mucho cuidado en no considerar el factor tiempo como fin, sino para qué se emplea. La gente se preocupa más por el tiempo que por los contenidos”, añade Martínez.


Like it? Share with your friends!

0

What's Your Reaction?

hate hate
0
hate
confused confused
0
confused
fail fail
0
fail
fun fun
0
fun
geeky geeky
0
geeky
love love
0
love
lol lol
0
lol
omg omg
0
omg
win win
0
win