Se cumplió el plan previsto: los toros de Victoriano del Río son atletas consumados, expertos corredores, y no defraudaron en su 14ª participación en los Sanfermines. Corrieron como si conocieran el trayecto de toda la vida, preocupados de no perder el contacto con sus congéneres, la cabeza gacha y con la esperanza de superar cuanto antes ese trago amargo de la molesta muchedumbre.Los toros, un año más, hicieron gala de su buena reputación por su nobleza ―siete contusionados, dos ellos en la cabeza, según el primer parte médico―, su conocimiento del medio y su velocidad. De hecho, la carrera batió el récord de este año, y el último toro entró en los corrales cuando el reloj marcaba 2 minutos y 19 segundos.Más informaciónDespués de lo visto, quién sabe si estos toros reciben una preparación de élite; quién sabe si los ganaderos, el sabio Victoriano del Río y sus hijos Pablo y Ricardo, amenizarán los entrenamientos en la dehesa de Guadalix de la Sierra con imágenes sonoras de los encierros sanfermineros para que los animales se sientan en las calles de Pamplona como en su propia casa. Pero algo de eso habrá en el secreto del campo madrileño.Varios mozos junto a uno de los toros de la ganadería Victoriano del Río Cortés en el callejón de entrada a la plaza de toros de Pamplona.
José Luis Larrión (EFE)Un grupo de mozos caen al suelo al paso de los toros de la ganadería Victoriano del Río Cortés durante el cuarto encierro de los Sanfermines, este jueves.Villar López (EFE)Un mozo es arrollado por los toros de la ganadería Victoriano del Río Cortés durante el cuarto encierro de San Fermín, este jueves.Villar López (EFE)Los astados de la ganadería de Victoriano del Río a su paso por la calle Mercaderes, este jueves. Miguel Oses (AP)Los astados de la ganadería madrileña a su llegada a la calle Estafeta, este jueves. Miguel Oses (AP)Corredores al paso de la manada en la calle de Santo Domingo, este jueves. Jeff J Mitchell (Getty Images)Varios mozos corren junto a dos de los toros de la ganadería Victoriano del Río, este jueves.
J.P. Urdiroz (EFE)Los toros de la ganadería madrileña de Victoriano del Río, este jueves durante el cuarto encierro de San Fermín. Miguel Oses (AP)Un mozo se protege tras caer al paso de los astados, este jueves. Villar Lopez (EFE)Un astado de la ganadería de Victoriano del Río cae al suelo durante el recorrido, este jueves. PABLO LASAOSAVarios corredores caen al suelo al paso de uno de los toros de la ganadería Victoriano del Río Cortés durante el cuarto encierro.
J.P. Urdiroz (EFE)Los mozos son perseguidos por los astados en el tramo de la plaza del Ayuntamiento, este jueves. Ainhoa Tejerina (EFE)Un mozo es pisoteado por uno de los toros de la ganadería Victoriano del Río Cortés, este jueves.Daniel Fernandez (EFE)Los toros de la ganadería de Victoriano del Río comienzan la subida por la cuesta de Santo Domingo, este jueves. Albert Gea (REUTERS)Lo cierto es que los animales barruntaban algo minutos antes de las ocho, y se movían nerviosos, quizá adivinando lo que les esperaba tras la puerta de los Corrales de Santo Domingo.Un día más, los cabestros, los más veteranos del grupo, encabezaron la carrera en la cuesta de Santo Domingo, que todos enfilaron con una velocidad endiablada. Y así, juntos, llegaron hasta la calle Mercaderes, con menos público que en días anteriores y, en consecuencia, con más espacio para los protagonistas de la mañana.No hubo encontronazo con los tablones de la curva que dan paso a la calle Estafeta, prueba de los que victorianos venían avisados, y emprendieron la recta piel con piel, amagando con la mirada hacia quienes se apretaban contra las paredes, pero sin un derrotes, sin un mal gesto y solo con el objetivo de correr y correr hacia no se sabe dónde.Un mozo se protege al paso de los toros de Victoriano del Río, este jueves. Villar López (EFE)Todo transcurrió sin incidencias reseñables en la primera parte de la calle, pero, como suele ocurrir, el gentío se agolpaba en la segunda mitad, y ahí comenzaron las dificultades para el paso de toros y cabestros. Como era de esperar, hubo zancadillas, empujones y atropellos varios, pero en ningún momento toro alguno pretendió hacer leña del árbol caído.Atestada de mozos y mozas estaba el tramo de Telefónica y la entrada al callejón, carreras meteóricas por el empuje de la manada, y todos cumplieron con la hoja de ruta: correr como condenados hasta la libertad del ruedo de la plaza.Un mozo es perseguido por uno de los toros de la ganadería Victoriano del Río, este jueves. Jesús Diges (EFE)A todos, animales y humanos, se les notó la sensación de tranquilidad que ofrece la meta. Los primeros enfilaron con rapidez el camino de la puerta de los corrales y allí descansan ya. Su filiación es la siguiente: Candidato, negro mulato, 525 kilos; Tallista, colorado, 615; Espiguita, negro mulato, 535; Jara I, colorado, 590; Empanado, negro mulato, 530 y Jilguero, colorado, 555 kilos. Los seis serán lidiados, a las 18.30 de la tarde, por los diestros Sebastián Castella, Emilio de Justo y Borja Jiménez.Un año más, hubo un recuerdo emotivo para el corredor Daniel Jimeno, natural de Alcalá de Henares, corneado mortalmente el 10 de julio de 2009 por el toro Capuchino de Jandilla en el poste 66 del tramo de Telefónica. Sus padres se trasladaron a Pamplona para colocar un ramo de flores en el lugar del trágico suceso.
Cuarto encierro de San Fermín 2025 | Los toros voladores de Victoriano del Río protagonizan un cuarto encierro rapidísimo, limpio y seguro | Cultura
5 min
