Lo que en los setenta y ochenta era habitual —la presencia de dos filmes españoles en la Competición del festival de Cannes— se había convertido en una excepción en el siglo XXI. En la 78ª edición del certamen de cine más importante del mundo, que arranca este martes, concursarán por la Palma de Oro Sirât, de Oliver Laxe (su gala se celebrará el viernes 16) y Romería, de Carla Simón (proyección, el jueves 22). Algo que no se veía desde 2009 (con Mapa de los sonidos de Tokio y Los abrazos rotos) y 2006 (Volver y El laberinto del fauno). Laxe y Simón representan dos olas coincidentes en Cannes: los seis directores españoles que participan en distintos apartados tienen todos menos de 50 años. Y en esta edición, los grandes nombres que han cimentado este certamen en los últimos tres lustros han desaparecido de la competición, excepto los hermanos Dardenne: los belgas parecen los últimos inmortales de las estrellas europeas del cine de autor de los noventa y el cambio de siglo. Más informaciónEn la sección principal, solo ellos (en dos ocasiones) y la francesa Julia Ducournau (Titane) han ganado previamente la Palma de Oro. En la pasada edición, se acumularon los grandes nombres, popes poderosos del cine de autor que gusta al comité de selección de Cannes, que en esta ocasión ha pescado en otros caladeros. En la presentación ante la prensa del festival el lunes por la tarde, Thierry Frémaux, delegado general del certamen, y el máximo responsable de la selección, aseguró: “Venimos de un año impresionante, una edición en la que todo fue bien. ¿Presión? Trabajamos en equipo por hacer un gran certamen y creo desde hace unas ediciones hemos logrado que los asistentes sean felices. Y creo que en esta edición lograremos ese placer. Como decía Aki Kaurismäki: ‘La única presión que me interesa es la de la de cerveza”. En ese encuentro Frémaux habló con pasión de Tom Cruise, subrayó que dos actrices como Scarlett Johansson y Kristen Stewart traen a este evento sus debuts como directoras y que la armada estadounidense sea en 2025 tan potente con el mencionado Cruise, y autores como Richard Linklater, Ari Aster (que ha marcado tendencia en un cine de terror más cercano al diseño que al miedo puro), la excepcional creadora Kelly Reichardt y Wes Anderson compiten por la Palma. Además, Spike Lee presenta su versión de El infierno del odio, de Kurosawa, con Denzel Washington como protagonista. Y Quentin Tarantino no tiene película, pero presenta dos wésterns de George Sherman —que llegó a dirigir a Marisol en La nueva Cenicienta o Búsqueme a esa chica— en Cannes Classics.El actor Sergi López y el director Oliver Laxe, en el rodaje de ‘Sirat’.Quim VivesTodo el mundo quiere estar en Cannes, y el mejor ejemplo es que hasta tres actores se estrenan como directores en este certamen, participando en Una cierta mirada, sección reservada a primeras y segundas películas de realizadores. El trío busca el mejor escaparate posible, y sus nombres no pasan inadvertidos: Scarlett Johansson (Eleanor The Great), Kristen Stewart (The Chronology of Water) y Harris Dickinson (Urchin).A quien no se espera en Cannes es al presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Si su apuesta por los aranceles para lograr que los rodajes de Hollywood retornen a su país ha provocado primero desconcierto y posteriormente temor entre los productores, el posible uso de esos impuestos como moneda de cambio en una negociación con la UE ha levantado en armas al cine independiente europeo. Porque en Europa, la protección a la excepción cultural del continente no es valorada de la misma manera por los gobiernos de los 27 países, y ahí se abre un flanco en la batalla que asusta al cine de autor europeo. En los últimos días, distintas asociaciones de creadores y productores, incluidas agrupaciones españolas, han firmado un manifiesto “subrayando la importancia de proteger nuestra capacidad de contar historias arraigadas en culturas, lenguas e identidades locales, y de garantizar que las personas de todo el mundo puedan seguir accediendo a ellas y disfrutándolas”.Carla Simón, en el rodaje de ‘Romería’.Mario Llorca LoureiroEsa identidad cultural la defendió con firmeza Frémaux igual que los derechos intelectuales de los realizadores y de los intérpretes ante el tsunami de la inteligencia artificial: “Como persona amante de la cultura, creo que hay están los grandes retos de nuestra sociedad”. El Mercado de Cine de Cannes se celebra coincidiendo con el festival, y este va a ser el gran tema de conversación indudablemente. De Trump, Frémaux no quiso ir muy lejos: “En los últimos tres meses, el presidente estadounidense nos ha acostumbrado a decir una cosa y luego agregarla, elaborarla, contradecirla, etc. Entonces, no, no sé qué decir sobre los aranceles. Estados Unidos sigue siendo un gran país para el cine. Pertenezco a una generación para la que amar el cine significaba amar el cine estadounidense”.Acerca del éxito de las películas estrenadas en el certamen francés en la última edición de los Oscar, Frémaux explicó: “No es país para viejos abrió una senda. Cannes es un festival que se celebra en primavera, y parecía que las candidatas a los premios de Hollywood solo podían lanzarse en otoño. Y tras la película de los Coen llegó el fenómeno de Parásitos. La estrategia ha cambiado”. Y con la sonrisa de oreja a oreja deja claro que ahora sopla el viento a su favor. De las 20 estatuillas de los premios de Hollywood concedidas a largometrajes, nueve se las llevaron filmes estrenados en 2024 en La Croisette, la playa de la ciudad francesa. Ahí estaban Anora, Flow, La sustancia y Emilia Pérez, y fueron candidatas también The Apprentice, La chica de la aguja o La semilla de la higuera sagrada.Una turista posa este lunes ante la puerta principal del Palacio de festivales, donde falta por desplegar la alfombra roja.GUILLAUME HORCAJUELO (EFE)Más momentazos de esta 78ª edición: en la ceremonia de inauguración se entregará la Palma de Oro de Honor a Rober De Niro. Este mismo martes se proyectan tres filmes producidos o relacionados con Ucrania, en lo que el certamen ha calificado como señal inequívoca de su apoyo a una democracia atacada. Tom Cruise el miércoles cierra su saga Misión: Imposible, y todavía no se sabe qué espectáculo protagonizará con su amor por las apariciones grandilocuentes. Y en los mentideros de cine se apunta a alemana Sound of Falling, de Mascha Schilinski, como el título que marcará este certamen. Juliette Binoche, presidenta del jurado, tendrá mucho de decidir.
El festival de Cannes arranca con dos filmes españoles en la Competición y con la amenaza de Trump al cine europeo | Cultura
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