El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha dado luz verde este jueves a que Texas use sus nuevos mapas electorales, trazados y aprobados este verano por orden del presidente Donald Trump para beneficiar al Partido Republicano de cara a las elecciones de medio mandato de 2026, cuando se renueva la Cámara de Representantes en su totalidad. La esperada decisión revierte un fallo de hace unas semanas de una corte de apelaciones federal y refuerza la apuesta de los republicanos para inclinar la balanza electoral a su favor y mantener el control del Congreso a través de la manipulación de la distribución de los distritos electorales en Estados conservadores, práctica conocida como gerrymandering.En un voto claramente dividido, la mayoría conservadora del Supremo prevaleció 6-3 en su respuesta de emergencia para bloquear la decisión del tribunal de apelaciones que obligaba a Texas usar los mapas de 2021, al considerar que los nuevos manipulaban la distribución de los votantes de acuerdo a su raza. El fallo también sienta un precedente de cara al momento que llegue una apelación sobre el nuevo mapa electoral de California, avanzado en respuesta al texano y que, en principio, elimina la ganancia de cinco escaños para los republicanos que promete el mapa de Texas. Estas redistribuciones a mitad de década no son usuales, normalmente, los Estados redibujan sus mapas de acuerdo a cada nuevo censo, que se hacen cada 10 años. Sin embargo, en los últimos meses un puñado de Estados han avanzado nuevos mapas después de que Texas desatará una batalla de manipulación electoral cuando aprovechó unas sesiones legislativas extraordinarias en agosto para aprobar una redistribución diseñada para entregarle cinco escaños más en la Cámara de Representantes. Esta manipulación partidista está avalada por un fallo del Supremo de 2019 y, ya que la mayoría de los mapas ya han sido sujetos al gerrymandering, los Estados suelen poder rascar solamente un escaño o dos más. Teniendo esto en cuenta, la redistribución de Texas y la de California en respuesta son bastante agresivas y conllevan cierto riesgo. Pero dada la polarización política en el país, que se traduce en márgenes ínfimos en ambas cámaras del Congreso, cada escaño vale oro. Actualmente, los republicanos tienen una ventaja de 220 a 215 escaños, con dos vacantes, en la Cámara de Representantes; en el Senado, su ventaja es de 53-47. Usualmente, el partido gobernante pierde escaños en las elecciones de medio mandato, cuando se vuelven a elegir todos los miembros de la Cámara de Representantes, por lo cual el presidente Trump está haciendo todo en su poder para contener esa tendencia. [Noticia de última hora. Se complementará en breve]

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