Imputados cuatro directivos de la empresa de Ibi (Alicante) por la explosión que dejó tres muertos | España

La explosión que mató a tres personas y dejó herida grave a otra más el pasado mes de noviembre en una fábrica de Ibi (Alicante, 23.920 habitantes) se debió a que su caldera “presentaba deficiencias graves” y “reformas y reparaciones no autorizadas ni homologadas conforme al reglamento de equipos a presión vigente”. Este es el resultado final de la investigación llevada a cabo por la Guardia Civil, que ha imputado a cuatro responsables de la gerencia y del departamento de producción de la empresa, Industrias Climber, “tres delitos de homicidio por imprudencia y otros tres de lesiones graves por imprudencia”. Tanto los investigados como las diligencias han pasado a disposición del juzgado de Instrucción 2 de Ibi.El accidente tuvo lugar el pasado 27 de noviembre, en torno a mediodía. La caldera de biomasa de Industrias Climber, fabricantes de productos de poliestireno, reventó y provocó la caída del techo y de parte de los muros de la nave en la que se ubicaba, situada en el polígono industrial l’Alfaç de Ibi, municipio famoso por su gran actividad en el sector del juguete. Los servicios de emergencia que se desplazaron al lugar confirmaron la muerte de dos empleados, cuyos cuerpos quedaron atrapados por los escombros, de los 39 que en ese momento se encontraban en su puesto de trabajo. Otro más resultó herido muy grave y tuvo que ser trasladado en helicóptero a la unidad de Quemados del Hospital La Fe de Valencia. Pese a que de la cadena de montaje salían envases y embalajes de poliestireno expandido (EPS), un producto altamente inflamable, la deflagración no produjo ningún incendio.Las labores de rescate y consolidación de la fábrica siniestrada tuvieron que ampliarse también a otras tres naves colindantes, según explican fuentes del Instituto Armado. Parte del techo de la fábrica accidentada voló por los aires y acabó impactando sobre la fábrica anexa Ibipal, especialistas en la fabricación y reciclaje de palets, en la que uno de sus operarios se convirtió en la tercera víctima mortal de la explosión. También sufrieron daños varios vehículos estacionados en las inmediaciones. Una vez concluidas las tareas de emergencia, la investigación recayó en la Policía Judicial de la Guardia Civil de Villena, que abrió la operación Dampf. Con la colaboración del equipo de Investigación de Incendios de Valencia y del Laboratorio de Criminalística de Alicante, recogieron numerosos testimonios para esclarecer lo ocurrido y se apoyaron en los informes técnicos realizados por el servicio territorial de Industria, Energía y Minas y por el Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo (INVASSAT) de Alicante.Todos los dictámenes apuntaron hacia la misma dirección. La caldera se encontraba en un pésimo estado de conservación y mantenimiento y se había apañado con reformas y reparaciones que no daban las garantías que exige la normativa de seguridad industrial vigente para instalaciones de estas características. Esta presunta negligencia fue la que llevó a los agentes a imputar como investigados a los cuatro directivos de Industrias Climber, de edades comprendidas entre los 46 y los 71 años, como presuntos responsables de un grave accidente laboral.