El uso excesivo y dependiente de redes sociales indica una mayor tendencia a creer y compartir desinformación, según un nuevo estudio. La gente que más sufre al desconectarse de las redes sociales o que más afectan su estado de ánimo es también la que más tiende a clicar en noticias falsas. “El uso problemático de redes sociales mide hasta qué punto una persona depende de ellas, y refleja un posible trastorno de adicción conductual”, dice Dar Meshi, investigador de la Universidad Michigan State y coautor del artículo. Ese consumo problemático incluye comportamientos variados: preocupación constante por las redes, cambios de humor por su utilización, necesidad de recompensas en forma de “me gusta” o comentarios, conflictos en la vida real o síndrome de abstinencia. Ese comportamiento indica mayor probabilidad de creer que las noticias falsas son verdaderas, interactuar con publicaciones de noticias, tanto reales como falsas, y tener más ganas de hacer clic en noticias específicamente falsas. No está claro el motivo, sin embargo, según Meshi: “Nuestra teoría es que esto se debe a la impulsividad, que suele ser mayor en personas con un uso problemático de redes sociales, pero no abordamos este aspecto en el experimento”.Los autores dirigieron este experimento online con 189 personas de entre 18 y 26 años. “Lo hicimos con gente joven porque son quienes muestran mayores niveles de uso problemático de redes sociales”, explica el investigador. Se les mostraron 20 noticias como si fueran publicaciones en redes sociales, de las que diez eran informaciones reales y diez eran ejemplos de fake news. Luego comprobaron el juicio de los participantes sobre esas publicaciones, y su intención de hacer clic, comentar, dar “me gusta” y compartir. Además, midieron su relación problemática en general con las redes.Los investigadores creen que este estudio es el primero en analizar cómo el uso problemático de plataformas sociales influye en su creencia y relación con las noticias falsas. Las autoridades médicas no reconocen el consumo problemático de redes como un trastorno clínico, pero Meshi cree que presenta similitudes con el consumo de sustancias y otros trastornos adictivos de tipo conductual.“Las personas que presentan un uso problemático de las redes pueden sentirse mal si no pueden acceder a ellas, e incluso volver a usarlas después de intentar dejarlas”, describe Meshi. “Este tipo de comportamiento se ha asociado a pérdidas de empleo, malas notas o problemas de salud mental”, añade.Los investigadores creen que si contaran con la colaboración de las grandes plataformas tecnológicas que, como Meta o Google, dirigen estas redes, podrían hacer más para ayudar a este público. Por ejemplo, a la hora de identificar a las personas que muestran un uso problemático de redes sociales y adaptar su experiencia para reducir la difusión y el impacto de las noticias falsas. “Esto se podría lograr de muchas formas”, afirma Meshi. “Las plataformas podrían permitir que las personas que están en terapia por un uso excesivo de redes puedan optar por un tipo de algoritmo diferente”, explica.
Los usuarios más enganchados a las redes son también los que más clican y creen en la desinformación | Tecnología
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