Después de siete años de investigación de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) sobre los delitos más graves que pasaron en Colombia en los últimos 50 años comienza la etapa de dictar sentencias. La primera será sobre los casos de secuestro por parte de las extintas Farc-ep y las dos siguientes, sobre centenares de ‘falsos positivos’ cometidos por altos oficiales del Batallón La Popa de Valledupar.La JEP es un tribunal judicial creado en Colombia para juzgar los graves crímenes cometidos en el conflicto armado antes de 2016. Su presidente actual es Alejandro Ramelli, máster en Derechos Humanos de la Universidad de París y doctor en Derecho de la Universidad de Salamanca. Ha sido fiscal delegado ante la Corte Suprema, magistrado auxiliar del Consejo de Estado y de la Corte Constitucional.Lozada, Alape y Londoño, exjefes de Farc. Foto:JEPSu diálogo con este cronista para EL TIEMPO comienza con la petición de su opinión sobre quienes afirman que el trabajo de la JEP ha sido lento y que no hay fallos, que no hay sentencias, y existe entonces la interpretación de un sector de la opinión en el sentido de que la JEP no funciona. El magistrado Ramelli responde:“Bueno, hay varias cosas. Lo primero, la falta de sentencias. Esperamos que salgan en el segundo semestre de este año. Estamos trabajando intensamente para ello, pero el trabajo de la jurisdicción no se puede medir por las sentencias”.Los casos más avanzados sobre los cuales se van a dictar sentencias, ¿cuáles son?Hay dos casos donde se determinarán las sanciones que va a recibir el antiguo secretariado de las Farc-ep por el tema de secuestro y al mismo tiempo la investigación a integrantes del Batallón La Popa, de Valledupar, quienes admitieron su responsabilidad en la comisión de ejecuciones extrajudiciales, es decir, desapariciones forzadas.¿Los llamados ‘falsos positivos’?Pues está el juicio contra el coronel Publio Hernán Mejía, quien fue comandante del Batallón La Popa, por ejecuciones extrajudiciales y desapariciones, cuyo juicio ya también está terminando. En esos casos vienen las tres sentencias. La primera sentencia es en relación con el antiguo secretariado de las Farc-ep por más de 21.000 secuestros.Protesta por falsos positivos. Foto:Carlos Ortega. EFE¿Cuántos secuestros confirmados por la JEP hubo?Más de 21.000 secuestros, atribuibles al secretariado de Farc.¿En qué lapso?Cincuenta años.¿Y la segunda sentencia sobre qué será?El caso del Batallón La Popa. Tiene que ver con ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas. Y allí están altos mandos del Batallón La Popa.¿Y los llamados ‘falsos positivos’?Quince miembros de la Fuerza Pública son los que están para sentencia y 28 comparecientes más fueron recientemente imputados por liderar un ataque contra la población civil en la jurisdicción bajo su mando.¿Pero por qué se han demorado tanto en expedir las sentencias?Parte de la explicación es que las sanciones primero requieren que las víctimas den sus opiniones. Entonces, debemos tener en cuenta cómo las víctimas se consideran reparadas en sus daños. Asimismo, qué pueden hacer los imputados para contribuir a restaurar los daños causados.¿Las víctimas quieren que haya sanciones?No. Quieren conocer la verdad. La verdad es lo que más valoran las víctimas. Y eso es mucho más restaurativo y más reconciliador que llenar las cárceles de más gente.Alejandro Ramelli, presidente de la JEP. Foto:JEP¿Y cuántas personas fueron víctimas de las Farc-ep en esos años?Mire, en el caso de secuestro documentamos más de 21.000. Por otro lado, en la investigación hablamos de 18.677 niños y niñas víctimas de reclutamiento.¿En la cifra que me da sobre víctimas de la guerra a quiénes se refiere?Depende de la cifra de la que hablemos porque quienes se acreditan ante la JEP para participar en el proceso judicial son familiares de víctimas de secuestro, asesinatos, reclutamiento, desapariciones y, en algunos pocos casos, sobrevivientes de algunos de estos crímenes. Por otro lado, estamos hablando de 6.402 personas en su mayoría asesinadas.¿Cuál ha sido el departamento más afectado durante estos años de guerra?Infortunadamente, el departamento que tiene las estadísticas más altas es Antioquia. En el tema de ejecuciones extrajudiciales, más o menos el 25 por ciento de todas las que pasaron en Colombia fueron en Antioquia.¿Ustedes calculan que cuántos ‘falsos positivos’ ocurrieron?Encontramos que al menos serían 6.402. Eso por el lado del Ejército. Por el lado de las Farc-ep, otro universo, nos sitúa en 18.677 reclutados menores de edad.¿Por qué la JEP no ha producido sentencias?Saldrán el próximo semestre, pero lo más importante es toda esa cantidad de verdades que han salido, que finalmente producirán sentencias.Alejandro Ramelli, presidente de la JEP. Foto:MAURICIO MORENO EL TIEMPO¿Es decir, termina ya la búsqueda de elementos probatorios?Sí, exacto. Y comienzan las sentencias en el segundo semestre, sobre secuestros y Batallón La Popa.Entonces no es válida la crítica a la JEP en el sentido de que está tan demorada en sentencias que ya casi compite con la justicia ordinaria en esa lentitud?Hay que armar un proceso muy grande y por eso se demora más la sentencia.Lo que las víctimas quieren es la verdad. Usted mismo lo ha afirmado. Las víctimas dicen: “a mí no me interesa que el señor esté en una cárcel. Yo lo que quiero saber es por qué lo mataron? ¿Quién lo mató? ¿Quién dio la orden? Eso es lo que me interesa”. ¿Qué actitud de la JEP piden las víctimas?La gran mayoría de víctimas dicen: “mire, ¿qué prefiero yo? Un señor en la cárcel que nunca dijo nada, que nunca confesó, que nunca dijo la verdad. O un señor que confiesa, que aporta información, que permite investigar a otros que nunca se investigaron”.¿Qué respuesta ha dado la JEP frente a quienes no confiesan la verdad?Si el investigado no dice la verdad o incumple, regresará a la justicia ordinaria.¿Eso ha ocurrido?Noventa y cinco que han incumplido se van para la ordinaria. En total, 45,95 por ciento. Son 95 comparecientes expulsados que no han cumplido. Entonces se devuelven a la justicia ordinaria. O sea, si usted llega sin contar verdad, sin aportar nada. Han sido 95 a quienes les decimos: “Usted está en el lugar equivocado. No vino a contar la verdad y será devuelto a la justicia ordinaria, donde estaba preso”.¿Noventa y cinco es qué porcentaje del total?Es un número muy bajo. O sea, realmente la gran mayoría de comparecientes ha cumplido. Son 9.923 de las Farc, 4.762 de la Fuerza Pública y 214 civiles.Anuncio de la imputación a cinco cabecillas del Bloque Caribe de Farc Foto:Archivo¿Ustedes han confirmado plenamente que no han dicho la verdad?Por supuesto. Nosotros pedimos toda la verdad. No un pedacito de la verdad.¿Desde cuando se firmó el acuerdo de paz cuántos exguerrilleros han sido asesinados y cuántos militares?En la exguerrilla, 450 exintegrantes de las Farc han sido asesinados, lo cual es extremadamente preocupante porque son personas que firmaron la paz.¿Cuáles son las motivaciones de esos homicidios?Lo que hemos venido encontrando es que esas personas muchas veces se encuentran en zonas de disputa entre disidencias o las disidencias de las disidencias que hay ahora. Estos grupos armados quieren volver a reclutarlos o los asesinan.¿Usted cree que el proyecto de ‘paz total’ del Presidente fracasó?Yo no quiero calificarlo en esos términos. Hay dificultades, hay complejidades, hay que seguir trabajando. Entonces hay que mirar eventualmente qué ajustes habría que hacer o cómo repensar algunas cosas, pero, indudablemente, Colombia algún día tiene que poder salir de la guerra.Cúpula de Farc. Foto:JEP¿Usted qué espera que pase como consecuencia del proceso de dictar sentencias?Será respuesta a las víctimas que tienen todo el derecho a tener esas sentencias. Yo quiero insistir en lo siguiente. Para nosotros lo más fácil habría sido sacar sentencias sin evaluar nada. Hemos tomado un camino largo pero seguro para que de verdad los máximos responsables trabajen en los territorios para contribuir a enmendar el daño que causaron. No queríamos sanciones de papel.Son muchas las críticas que se le hacen a la JEP por su aparente ineficiencia…Hemos dado muchísimos resultados. Hacemos un enorme esfuerzo por terminar 11 macrocasos, sacar las sentencias y cumplir con nuestro mandato.Al margen de las sentencias que vienen en el segundo semestre, ¿cuántos más macrocasos serán?Pues el secuestro es el caso uno. Todo lo ocurrido en La Popa son casos los 2 y 3.¿Por qué usted ha mencionado en este diálogo tantas veces el caso de La Popa?La Popa fue lo más aterrador. Fue una de las unidades militares que tuvieron muchísimos ‘falsos positivos’. Pero así como está La Popa, hay unas unidades muy comprometidas en Antioquia, en Meta, en Huila, en Casanare, en Norte de Santander. Si me pide la lista, es interminable.¿A usted por qué le dio por meterse en esto?Si usted vio mi hoja de vida, yo he estudiado esos temas toda la vida, especialmente desde el punto de vista de docente universitario. Hice todos mis estudios sobre esto, pero me faltaba enfrentarme más a la realidad. Y eso lo transforma a usted, porque ya deja de tener conocimientos meramente teóricos y usted comienza a escuchar y sufrir el dolor de la gente.Magistrado Alejandro Ramelli, presidente de la JEP. Foto:Crédito: Juan Camilo Velandia | JEP¿Una gran conclusión a la que usted ha llegado es cuál?Se requiere reconciliación. En una justicia pensada para reconciliar a Colombia. Pero la reconciliación pasa por la verdad. No puede haber reconciliación sin conocer la verdad, por más dura que sea. Y entonces hay que hacer una gran catarsis, purificación, como sociedad. Hay que conocer la realidad del conflicto, por más dura que sea la verdad y poder sanar. Si usted no conoce la verdad, nunca habrá reconciliación.¿Las víctimas tienen que perdonar?No, las víctimas no tienen que perdonar. Las víctimas tienen derecho a saber la verdad y a decidir libremente si perdonan, pero usted no les puede decir perdonen, perdonen, si no se sabe a quién van a perdonar.¿Cuáles son los casos que al conocerlos más lo han sorprendido?El de los ‘falsos positivos’. Llevo siete años investigando eso y cada vez que pienso que he escuchado la historia más terrible, después conozco una que es todavía más cruel y despiadada. Pero al mismo tiempo se escucha la resiliencia de las víctimas, el valor de las madres buscadoras de personas que no se dieron por vencidas buscando a sus familiares. Entonces usted encuentra lo más sublime de los seres humanos y también lo peor de la naturaleza humana.YAMID AMATEspecial para EL TIEMPO
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