Nadie se esperaba la respuesta de Timothée Chalamet (Nueva York, 29 años) cuando durante una entrevista reciente mencionó a Susan Boyle (Blackburn, 64 años) como una británica ilustre. El actor, que está promocionando Marty Supreme, el atípico biopic de Marty Reisman, un antiguo jugador de tenis de mesa estadounidense, ha recordado a la cantante en una entrevista con la BBC. Preguntado sobre qué británicos merecerían una chaqueta de Marty Supreme —en referencia a una prenda que promociona la película—, el protagonista de Dune ha elegido, en este orden, al piloto de Fórmula 1 Lewis Hamilton, al matrimonio Victoria y David Beckham y, tras una pausa algo larga, se ha decantado por el rapero Fakemink y, por último, por Boyle. Cuando el entrevistador —que no puede evitar una carcajada al escuchar el nombre de la cantante escocesa— le pregunta el porqué, Chalamet contesta serio: “Ella soñó a lo grande, más que nosotros. ¿A quién no le emociona eso?”. Y acaba justificando la elección de Boyle refiriéndose a su audición de 2009 en el programa Got Talent, por la que se hizo viral interpretando la canción I Dreamed A Dream, del musical Los Miserables: “Lo recuerdo como si fuera ayer”, admite el actor, que solo tenía 13 años en aquel momento y cuya entrevista con el medio británico, publicada el miércoles 17 de diciembre, se ha viralizado.Más informaciónLa respuesta de Susan Boyle no se ha hecho esperar. Ha llegado en forma de agradecimiento en un carrusel de fotografías publicado en su perfil de Instagram, donde la cantante tiene 168.000 seguidores. Acompañando las imágenes, que muestran a Boyle junto a extractos de prensa con las declaraciones de Chalamet y al neoyorquino en una foto final, escribe lo siguiente: “Ha sido muy emocionante leer esto. Me siento muy halagada. Aquellos primeros días fueron muy especiales, y saber que ese momento ha significado algo para ti durante todos estos años me llena de humildad. Todos empezamos en algún lugar, con un sueño y un poco de esperanza, ¿no es así? ¡Todos debemos soñar a lo grande! Te deseo mucho éxito mientras sigues soñando tu propio sueño. Gracias por tu amabilidad y por recordar ese momento con tanto cariño”. Un intercambio de mensajes entre dos personajes de la industria del entretenimiento que lleva a preguntarse qué ha sido de la mujer a la que la televisión —en realidad, YouTube: superó los 100 millones de visitas en menos de 10 días con su actuación— le cambió la vida. El perfil en la red social de Susan Boyle se divide entre la ventana de promoción de cualquier artista actual y un álbum de fotos personal. Un repaso rápido por su feed muestra a la escocesa con un aspecto que poco tiene que ver con aquella aspirante algo perdida y poco fotogénica que era Boyle antes de su visita a Britain’s Got Talent. Su cardado pajizo de 2019, el que lució mientras giraba con su último disco hasta la fecha, Ten, ha ido dando paso a una melena rubia más natural, a juego con un estilismo de americanas claras y prendas en rosa que salpican su Instagram aquí y allá. De vez en cuando, alguna instantánea en otros tonos desvía la mirada del mosaico rosado de sus fotos: Boyle con una camiseta de la banda Oasis, después de que Liam Gallagher le dedicara una canción en un concierto en Edimburgo el pasado agosto; un vídeo de abril despidiendo al papa Francisco, ante quien tuvo ocasión de cantar en 2019; o conociendo a la leyenda de la música Elton John, en junio de 2023. En un post del pasado 11 de abril, rescataba su mítica audición, con motivo del 16º aniversario. “Salí al escenario sin absolutamente nada excepto mi sueño”, dice al pie del vídeo con el que se hizo famosa. Puede que ahora lo recuerde con cariño, pero ese cambio radical, pasar de vivir en una casa de protección oficial y tener una vida social limitada a recibir la admiración apabullante del público y la atención urgente de los medios, le pasó factura. El día después de la final del concurso —que no ganó; quedó segunda— fue ingresada en una clínica psiquiátrica con síntomas de agotamiento.Ese mismo 2009, Boyle publicó su primer disco, I Dreamed a Dream, al que siguieron otros siete. Después, tras cumplir 10 años como artista, pausó su discografía. En abril de 2022 sufrió un ictus cuyas secuelas físicas le hicieron temer que no volvería a cantar. Lo contó ella misma, por sorpresa, en junio de 2023, tras su actuación durante la final del talent que le dio la fama. También lo documentó en su perfil de Instagram, en una publicación con fotos de aquella aparición televisiva, en la que contaba: “Durante el último año he trabajado muy duro para recuperar mi habla y mi voz, con el único objetivo de poder volver a cantar en el escenario, y esta noche mi esfuerzo y perseverancia han dado sus frutos, cantando la canción con la que empezó todo I Dreamed A Dream“.Tímidamente, un poco como parece que es ella misma, su bio de Instagram anuncia a sus seguidores que pronto tendrán “excitantes noticias”. El pasado 19 de mayo, volvió a meterse después de seis años en un estudio de grabación, en sus palabras, “el lugar al que pertenezco”. Hace unas semanas, a finales de noviembre, volvió a grabar música, que anuncia para el próximo 2026. Aunque de momento no hay un proyecto concreto a la vista —ni siquiera su página web ofrece más información—, la artista va cerrando fechas para volver a los escenarios en el año que se acerca. De momento, lo hará el 15 de agosto en el primer festival de su carrera, el Summer’s End Angus, en Escocia, junto a artistas como Red Hot Chilli Pipers y Bonnie Tyler.

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