Desde hace dos meses, en las inmediaciones de la estación intermodal de Almería, una nueva silueta se ha sumado al entorno de edificios que la rodea. Es una torre de 12 metros de altura y un metro de ancho que ha sido elevada por Adif, el administrador de infraestructuras ferroviarias, para garantizar la supervivencia de la colonia de vencejo pálido, cuya presencia se había visto amenazada por las obras para la adaptación de ese edificio a la llegada de la alta velocidad. Sus 150 nidos están a la espera de que estas aves se acostumbren a esta nueva atalaya y se decidan a sustituir los nidos que habían construido en las marquesinas recién retiradas de la instalación, donde hacían la puesta.“Estas aves siempre están en el aire, a excepción de cuando crían, y son altamente filopátricos, es decir, que regresan siempre al mismo lugar donde criaron el año anterior”, explica Luna Puerto, presidenta de SOS Vencejo, la dinámica de estas pequeñas aves que se han visto obligadas a sustituir los acantilados, donde solían anidar, por los edificios construidos por el ser humano. “Los vencejos están en declive por la pérdida de lugares de edificación. Cada día se derriban más con lo que se cierran las oquedades donde anidan, por lo que cada día se destruyen nidos de vencejo”, añade.Es lo que estuvo a punto de pasar cuando, a comienzos del año pasado, la organización ecologista constató que, de acuerdo con el cronograma de actuaciones que Adif tenía previsto acometer en la estación intermodal de Almería para adaptarla a la ansiada llegada del AVE, se iban a derribar en el mes de julio las marquesinas en las que anidaba una importante colonia de vencejo pálido. “Era justo la primera temporada de cría y los trabajos no podían empezar, así que escribimos a la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía para que constara la presencia de los vencejos allí y paralizara las obras”, explica Puerto.Normalmente, la combinación entre advertencias de colectivos ecologistas sobre el peligro de alguna especie, la presencia de administraciones públicas y la necesidad de acometer obras relacionadas con infraestructuras esenciales acaba en polémica y con soluciones en las que los animales suelen ser los peor parados. Lo que ha ocurrido con la colonia de vencejo pálido de Almería es justamente todo lo contrario: un ejemplo de que cuando existe verdadero ánimo por todas las partes implicadas en encontrar un equilibrio entre todos los intereses implicados, preservando la biodiversidad, el desenlace es satisfactorio y nadie se siente perdedor.“Los agentes de Medio Ambiente realizaron un estudio y se confirmó la presencia del vencejo pálido, así que contactamos con Adif para explicarles el problema y la necesidad de garantizar la protección del ave”, continúa el relato José Manuel Plaza, jefe de servicio de Gestión del Medio Natural de la Delegación territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta en Almería. Adif se mostró tremendamente receptivo y se activaron una serie de reuniones entre la empresa estatal y SOS Vencejos, en las que el Gobierno andaluz intervino para auspiciar las actuaciones que se propusieron. Los técnicos de la administración validaron la prospección con cámaras acometidas por Adif bajo la guía de SOS Vencejos en las marquesinas donde efectivamente estaban anidando estos pájaros y se decidió mantenerlas durante todo el verano y desmontar aquellas en las que no habían instalado sus nidos las aves.“De esta manera, se garantizaba que el vencejo cumpliera con su calendario de cría y, aunque Adif se veía obligada a reprogramar su actividad, no tenía que pararla en seco”, continúa Plaza. Una vez salvada la época de cría, ahora quedaba ver cómo garantizar el retorno del vencejo en la próxima estación, cuando estas aves regresan de su migración al continente africano. “Mantuvimos varias reuniones con Adif y se acordó la colocación de nidos en las marquesinas de nueva construcción, pero había que buscar una solución temporal para los años en los aún no se hubieran terminado de edificar, para evitar que los vencejos acabaran por no volver”, indica Puerto.Aquí es donde entra en escena la torre de la biodiversidad que se ha convertido en la nueva vecina de la zona. En SOS Vencejo conocían el éxito de la torre que en junio de 2023 habían levantado en Coria del Río (Sevilla) Diego Alves y su mujer Ángeles Mora, aficionados a la ornitología. Entonces decidieron construir esta atalaya para atraer a poblaciones de distintas aves, en especial a los vencejos, y poder mitigar la presencia de mosquitos, cuya picadura, en esa zona del Guadalquivir, viene acompañada de la angustia de no saber si es portadora del virus del Nilo. “La torre es exactamente igual a la de Coria, aunque esta es un poco más moderna”, explica Alves con orgullo.El éxito de Coria del RíoDVD1166 (20/06/2023).Brenes/Sevilla. Diego Alves, junto a una torre construida en su parcela por él para nidos de aves y eliminación de mosquitos. FOTO: PACO PUENTES (EL PAÍS).PACO PUENTESNo es para menos. Su iniciativa altruista y que surgió por su amor a los vencejos y la preservación del entorno natural, no ha pasado desapercibida. Una vez constatada su efectividad -están anidando murciélagos, gorriones, estorninos y, por último, vencejos, la especie que más tarda en adaptarse y que, por eso mismo, requiere que otras se hayan establecido previamente-, otros Ayuntamientos han reclamado torres similares. “La de Almería es la tercera. Hay otra en Ponferrada y en Coria nos han encargado una más”, indica Alves.La altura, la distribución de los nidos y la estética es similar, pero el destino de esta última es distinto. “En Coria y Ponferrada prima el fomento de la biodiversidad, en el caso de Almería va a servir para la conservación del vencejo”, indica Alves, que pide paciencia hasta que el vencejo acabe por anidar. En Almería se ha conseguido salvar la colonia de vencejos, pero Puerto llama la atención sobre el peligro de estas aves en el resto de España. “Identificar un nido de golondrina o de gorrión es fácil, pero diariamente se destruyen colonias porque nadie se entera de dónde anidan, pueden hacerlo en una punta de dilatación entre dos edificios, debajo de una teja, en el hueco de las persianas…”. La conservacionista también demanda una mayor implicación por parte de los ayuntamientos a la hora de elaborar censos de estas especies, esenciales en el control de plagas. “No se sabe cuántos desaparecen, porque no se saben cuántos hay”, señala, pero destaca el ejemplo de Cataluña, donde existe un protocolo que obliga a los consistorios a consultar el censo de vencejos que, eso sí, elaboran de manera altruista asociaciones como la suya, antes de acometer obras en edificios.Puerto advierte de que una situación similar puede darse en el caso del estadio de la Rosaleda, en Málaga, donde también cría una colonia de vencejos. El recinto va a ser remodelado de cara al Mundial de 2030. “Tenemos una reunión con el Ayuntamiento para advertirles del problema”, indica. Desde la Junta de Andalucía valoran la sinergia que se ha conseguido en el caso de Almería y defienden la necesidad de avanzar en controles similares. “Todo el trabajo de campo que pueda hacerse para disponer de los mejores datos es importante, aunque es muy complicado realizarlo en toda la extensión de la flora y fauna, sobre todo en el caso de especies que no están protegidas o en peligro de extinción”, reconoce Plaza. “En el medio urbano, además este control es más complicado, pero puede ser catalizado por la administración para adelantar soluciones y que los problemas puedan resolverse de manera más rápida y satisfactoria para todas las partes implicadas”, subraya.
Una torre para salvar a los vencejos de Almería ante las obras para la estación del AVE | Noticias de Andalucía
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